Desde hace un par de años que la presencia de carpas en plazas, parques y espacios que no sólo son públicos, sino que además están orientados al esparcimiento familiar se han vuelto una situación apenas un par de peldaños menos compleja de fiscalizar que la presencia de comercio ambulante ilegal en las calles de Chillán.
Si bien ambos fenómenos responden a situaciones que han afectado al país completo, en la Municipalidad de Chillán anunciaron un plan de fiscalizaciones que esta vez promete ser regular.
Siempre se habían hecho anuncios de “tolerancia cero” al comercio ambulante, a los autos mal estacionados y otras incivilidades, pero que al andar del primer o segundo mes de vigencia del programa, todo volvía a foja cero y el mal hábito le volvía a ganar a la buena intención.
“ Lo que se hace actualmente es un trabajo permanente de fiscalización, a través de nuestros equipos de inspección municipal para realizar un trabajo – si bien, lo más amigable posible- pero apegado a la normativa legal en caso de llegar al extremo de multas o desalojos”, explicó la directora de Seguridad Pública e Inspección Municipal, Alejandra Martínez.
Como ejemplo del resultado de las fiscalizaciones, la directora subrayó que “en nuestra ciudad es cosa de salir a mirar y notar que en la actualidad existe sólo una carpa en las plazas de Chillán y esto es precisamente gracias al trabajo que se realiza de manera conjunta y semanalmente con Carabineros y colegas de la Dideco”.
En este punto, el alcalde, Camilo Benavente, añadió que “nosotros no podemos estar ciegos a las necesidades de las personas y como municipio es nuestro deber ayudarlos y buscar una solución para ellos. Entonces, a ellos siempre se les ofrece la posibilidad de asistir de manera gratuita a nuestras hospederías o bien, en caso de ser necesario, acudir a algunos de nuestros programas de salud”.
La historia del comercio ambulante ilegal y rebelde es cuento viejo. Se hizo notorio en Chillán desde el 2006, cuando se crearon los permisos precarios cuya misión era darle un salvavidas a las personas más complicadas económicamente, pero sólo hasta que pudieran recuperarse.
Eso no se cumplió jamás, porque una vez que vieron que se podía generar ingresos de esa manera, los comerciantes, lejos de cambiar de rubro, se fueron multiplicando.
La estrategia actual es la de fiscalizar con mayor regularidad, al menos en los puntos más sensibles, como, por ejemplo, el acceso al Hospital Herminda Martín, punto del que se suelen recibir quejas porque se han tomado las veredas donde ya es complejo transitar de manera expedita, como se espera de las inmediaciones de un hospital. Y a lo anterior, añadir un factor de educación y entrega de información.
El pasado jueves, el equipo municipal y Carabineros acudieron al sector para, además, generar un catastro y avanzar hacia un compromiso de entregar las condiciones adecuadas de accesos de pacientes que acuden al principal recinto asistencial de la región.
Aunque, en efecto, hay vendedores con sus permisos al día que trabajan por la avenida Argentina, y que además del sindicato que está ubicado por Francisco Ramírez, se detectó un total de 38 comerciantes ambulantes sin los permiso para ejercer este tipo de actividades.
La visita inspectiva también sirvió para explicar el futuro proyecto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, de mejoramiento de la avenida Francisco Ramírez, lo que implicará trabajos en esa vía que conecta con Libertad Oriente y calle Mario Vergara.
Estas acciones conjuntas con Carabineros se suman a los patrullajes mixtos entre funcionarios de la entidad policial y de los inspectores municipales en distintos puntos de la ciudad.
Este mismo equipo también forma parte del trabajo que se está realizando en las plazas céntricas y espacios públicos para hacer cumplir la ordenanza municipal que impide la instalación de personas que habitan en carpas.