Se abrió una causa penal contra la ex ministra de Desarrollo Social Jeanette Vega por la llamada que tuvo su asesora con el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, luego de que este último fuera detenido y posteriormente imputado por la Ley de Seguridad del Estado.
La conversación que sostuvo la asesora de la ex secretaria de Estado se dio en mayo de este año, pero no fue hasta tres meses después que se supo el diálogo entre las partes.
El hecho abrió un flanco en La Moneda. Desde el Ejecutivo tuvieron que salir rápidamente a desmarcarse de la situación cuanto antes, argumentando que el Gobierno no estaba a sabiendas de la comunicación que se había intentado establecer desde el equipo de Vega. Todo terminaría con la renuncia de esta última.
De hecho a fines de septiembre, la vocera de gobierno volvió a abordar la situación e insistió que “la comunicación que ella trató de gestionar con Llaitul no fue ni instruida ni informada”.
Semanas después los problemas siguen para quien fuera la titular de la cartera que hoy lidera Giorgio Jackson. Esto porque ahora deberá declarar en calidad de imputada ante la Brigada de Investigaciones Penales (Bipe) por la causa penal que se abrió, luego de la querella que se impuso por obstrucción a la investigación, incumplimiento a la obligación de informar y ejercicio ilegal del cargo.
Con todo, lo que buscaría clarificar esta toma de testimonio es saber si efectivamente Vega estuvo al tanto de esta comunicación, si otra autoridad de Palacio estaba al tanto del llamado y las razones para sostener un diálogo con Llaitul, entre otros.