-¿Cuán avanzadas están la negociaciones para el escenario del post plebiscito?
-Hoy día, con todas las conversaciones que ha habido, hay algunos hechos que se han ido asentando. Uno es que el Presidente tiene que liderar este proceso. En eso hay conciencia política para que así suceda. Es decir, aunque gane el Rechazo, se entiende que al Presidente uno no le puede endosar una derrota política.
-¿La derecha está de acuerdo?
-No hay un acuerdo suscrito, pero todo lo que hemos ido planteando con ellos (la derecha), más gente del PPD, con el Socialismo Democrático, es que el rol del Presidente está bien instalado.
-Obviamente el papel del mandatario es clave.
-Pero eso al principio no estaba tan claro. Algunos no querían. Por eso te digo que es un asunto en el que hemos avanzado.
-¿La derecha está dispuesta, si pierde el Apruebo, a no enrostrarle la derrota a Boric?
-Así es. Lo segundo es que un plebiscito de entrada es innecesario.
-¿No hay nadie fuera de ese acuerdo, salvo los Republicanos?
-Salvo ellos, el resto lo tiene asumido. Lo tercero, es que el nuevo texto hay que escribirlo con una Convención Constituyente. No hay espacio para que sea un grupo de expertos, o que el Congreso escriba la constitución. Eso está despejado, hay amplio consenso de que tiene que ser una nueva Convención la que la redacte.
-¿Y los detalles de cómo elegirla o los plazos?
-Eso es lo que en el proceso de negociación se va a ir afinando. Algunos plantean, desde el PPD, un número de 100 convencionales. Otros hablan de 70. A mi para serte franco si son 155 (como la anterior Convención) no me genera ruido. Lo importante es que tenga representación de todos los distritos.
-¿La Convención tiene que ser paritaria, con pueblo originarios? ¿Eso no genera debate?
-No, no está en discusión. Parte de la negociación va a ser bajar esos aspectos a términos prácticos. Por ejemplo, en pueblos originarios, si va a ser respecto del porcentaje de población o de la gente que vota.
-¿Cuál es la postura mayoritaria?
-Que sea representativa del número de votantes.
-Eso reduciría el número de convencionales indígenas…
-Exactamente.
-Los independientes fueron un tema que generó polémica en la ex Convención. ¿Qué proponen?
-Hay consenso de que no pueden competir como lo hicieron en la pasada Convención. La idea es que se incorporen a listas de partidos como independientes, pero no de la misma forma que la otra vez. Esa propuesta ha sido un punto que ha puesto el PS con fuerza.
-¿Y que opina el resto de los partidos?
-Les hace sentido, porque la anterior elección de independientes generó una distorsión muy fuerte.
-¿Qué punto dirías que es el más complicado o que desata las mayores diferencias?
-En los detalles el diablo mete la cola. Cuando entremos a discutir si son 155 o 70 o 100; que se si son por elección distrital o elecciones nacionales… Esos son los temas que están por resolverse. Una vez que suceda el plebiscito del domingo, va a haber, no sé si tensión, pero por lo menos opiniones más dispares.
-¿Quiénes están negociando?
-Hay conversaciones que están ocurriendo, entre el Presidente de la Cámara (Raúl Soto, PPD), Longton (RN), Alessandri (UDI), Yovana Ahumada (Partido de la Gente). En otras conversaciones laterales, están Leo Soto (PS), Ilabaca (PS). Estoy nombrando a los que conversamos en la Cámara.
-¿Y fuera de ella?
-En el Senado hay un nivel de conversación bien fuerte. Y ahí están Matías (Walker), la Ximena (Rincón), Quintana, Elizalde, Chahuán, Macaya.
-Me refiero también a más allá del Parlamento, ¿con este Gobierno o de anteriores?
-Me ha tocado encontrarme con gente de gobiernos anteriores que está participando de las negociaciones, pero no quiero ser infidente. Porque puedo generar líos.
Con el Gobierno conversamos de manera informal, yo converso con Ana Lya Uriarte, Maya Fernández, pero no ha habido todavía una bajada más concreta para negociar.
-¿Cómo queda la mesa de la DC en caso de que pierda el Apruebo, después de jugársela por esa opción?
-La mesa de la DC, si gana el Rechazo, tiene que ser una mesa que sea fortalecida, en la que se incorporen otros actores, parlamentarios también. Porque buena parte de la política, sea cual sea el resultado, se va a realizar en el Congreso en conversación con el Ejecutivo.
Para que una mesa partidaria tenga peso y esté coordinada necesita representación parlamentaria. En el Congreso se van a generar los acuerdos. Una mesa que no tenga parlamentarios va a quedar bastante desconectada de las conversaciones. La mesa de la DC debería incorporar a parlamentarios del Rechazo, si es que gana esa opción. Somos los que vamos a llevar la conversación.
-¿Debería haber renuncias?
-En una primera etapa, no. Sería un error, si gana el Rechazo, salir a pedir la renuncia del presidente del partido (Felipe Delpin). Eso es desviar la atención, nos volvería a meter en una pelea interna cuando lo que hay que discutir es lo que viene para adelante.
-¿Cómo quedó el partido después de esta división, está muy debilitado?
-Si se actúa con astucia, el partido que puede jugar la DC a partir del 5 de septiembre, puede ser súper relevante. Sin duda si triunfa del Rechazo, una parte de esa victoria se va a deber a que un porcentaje, entre un 13 o 16% de quienes usualmente votaban centro izquierda, se habrán inclinado hacia el Rechazo. Y en eso varios parlamentarios DC han jugado un rol relevante. Transmitir certeza de la rebaja de quórum para los cambios fue súper valioso.
Si nos vamos a dedicar a pasarnos cuentas internas y perder la energía en tratar que se vayan unos, que se vayan los otros, la verdad que vamos a desperdiciar la oportunidad. El 4 de septiembre no debe haber vencedores ni vencidos al interior de la DC.
-Dicen que después del plebiscito tiene que haber un cambio de gabinete. Si gana el Rechazo, algunos han planteado que tendría que entrar la DC.
-Sí, pero depende de qué entienda el Presidente de una derrota del Apruebo. Cuál es el mandato que interpreta que le da la ciudadanía. Si él cree que es hacer un Gobierno de más amplitud, con reformas necesarias, pero bien hechas, se abre un espacio en que la DC tendrá que decidir si entra o no. Ahora, si la DC ingresa al gobierno no puede ser un vagón de cola ni arroz graneado.
-Como dijo un ex ministro DC…
-De arroz, nada. En ese caso, tiene más sentido quedarse afuera. Tiene sentido (que entre la DC) solo si es en ministerios en donde hay una acción directa en beneficio de la población y no en roles secundarios.
-Por afinidad política, ¿tienen más opciones los demócrata cristianos del Apruebo?
-No puedes formar un gabinete con quienes perdieron. Si gana el Rechazo, seremos los que mejor leímos a la ciudadanía.
-¿Crees que de ganar el Rechazo debería hacer un cambio en el comité político? Se mencionan a Siches y Jackson
-Sí, para una segunda etapa tiene que generarse un gabinete con tonelaje político. Y eso involucra cambios importantes. El PPD ha dicho que quiere estar en el comité político. Y tienen a Carolina Tohá. El PS también dice lo mismo, aun cuando está Marcel. Pero no es militante.
Todos de manera solapada o más directa piensan que tiene que haber un cambio en el comité político de La Moneda. Y también en algunos ministerios sectoriales, que deben generar inversión, un impacto más directo en la población, que hoy están al debe.
-¿La ministra del Interior es candidata a salir de La Moneda?
-Tiene que ser un cambio de gabinete profundo. Si digo un nombre, en política a veces tienden a afirmarse. No quiero cometer ese error.