Este jueves, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, reconoció que «el Estado mantiene un estado de inercia» frente al fortalecimiento del crimen organizado.
Las declaraciones las efectuó en una conversación con el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade), donde abordó la Agenda de Seguridad en la región del Biobío.
«Hemos destinado recursos, es bien importante, si uno se quisiera quedar con una imagen respecto al delito y crimen organizado, es que mientras el delito se ha ido complejizando, fortaleciendo, tiene más recursos, más tecnología, una organización más sofisticada para cometer los delitos. El Estado y sus instituciones mantienen un estado de inercia, y por lo tanto la distancia en capacidades entre el crimen organizado y el Estado, en lugar de disminuir, se ha ido agrandando», señaló el subsecretario.
«A Aduana en algún lugar le falta un escáner para fiscalizar mejor y controlar mejor el ingreso de armas o el ingreso de drogas; a Gendarmería le falta un identificador de drones… a Directemar, que vigila nuestra costa, le faltan recursos para fiscalizar el ingreso costero… al Ministerio Público, a Carabineros o a la PDI le falta un extractor de datos de telefonía», detalló.
La autoridad aseguró que para cerrar la brecha se destinaron $12 mil millones, y precisó que se invertirán $5.500 millones adicionales para fortalecer a Carabineros y las policías.
A esto se suma la entrega de 15 vehículos blindados que el Ejército entregó a Carabineros.
Además, sostuvo que la policía uniformada se encuentra procesando la compra de drones para vigilar las rutas de la Macrozona Sur.
Monsalve afirmó que «detrás de los hechos de violencia rural, en muchos casos, hay crimen organizado«.
«En el marco de la política nacional de seguridad pública, tenemos que tener una política contra el crimen organizado que ataque el narcotráfico, el tráfico de armas, el lavado de activos, la trata de personas, el tráfico ilegal de migrantes», sostuvo.
También aseveró que tienen que enfrentar el «contrabando y la ciberseguridad, y también delitos que son pertinentes a algunos territorios en particular, como el robo de madera, en la Macrozona Sur, como las bandas que se han organizado para el robo del cobre, por ejemplo, en la región de Antofagasta».