El gobierno del Presidente venezolano Nicolás Maduro informó este lunes de la cancelación de su viaje a Argentina para participar en la cumbre de la CELAC ante un supuesto plan de «agresión» en contra de su delegación.
A través de un comunicado oficial, se informó que «en las últimas horas hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de acciones de agresión, en contra de nuestra delegación encabezada por el Presidente de la República».
«Pretenden montar un ‘show’ deplorable, a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional (la séptima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)) y así contribuir a la campaña de descrédito – ya fracasada – que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano», agregó el documento.
En lugar de Maduro, el canciller Yvan Gil representará a Venezuela en la cumbre de la CELAC, mientras que Maduro participó en una marcha por el aniversario del 23 de enero, que conmemora la caída de la dictadura militar en 1958.
La presencia de Maduro había caldeado el ambiente en las horas previas a la CELAC, tras ser denunciado por particulares y organizaciones civiles ante la justicia argentina por violación a los Derechos Humanos, y algunos dirigentes opositores pidieron incluso que fuera detenido si llegaba al país.
Fue la exministra de la Defensa de Argentina y actual presidenta del Partido Propuesta Republicana (PRO), Patricia Bullrich, la que pidió la detención de Nicolás Maduro a través de su cuenta de Twitter.
“Si Nicolás Maduro viene a la Argentina, debe ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Tal como ocurrió con Pinochet en Londres, en 1998. La Justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los Derechos Humanos”, dijo Bullrich.