Según informes de medios, Estados Unidos quiere entregar las controvertidas bombas de racimo a Ucrania. Un anuncio oficial podría ser inminente. El plan ya es criticado por organización de Derechos Humanos.
En Washington, medios estadounidenses informaron que el Pentágono estaba preparando un nuevo paquete de armas y municiones para entregar a Ucrania que podría incluir las controvertidas bombas de racimo, que consisten en pequeños explosivos diseminados por un amplio radio.
«Se están considerando las municiones en racimo. Cuando anunciemos oficialmente los planes, proporcionaremos más detalles», prometió con cautela el portavoz del Pentágono, Pat Ryder. El uso de municiones en racimo está prohibido internacionalmente, principalmente porque se considera extremadamente peligroso para la población civil. Pero la decisión final la tiene el presidente estadounidense, Joe Biden, también responsable de anunciar la medida.
«Me gustaría señalar que tenemos varias variantes de municiones en nuestros inventarios. Entre ellas no hay variantes antiguas con una tasa de fallas de más del 2,35 por ciento», dijo el portavoz del Pentágono, Pat Ryder, a los medios.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, tuiteó que había hablado con su par estadounidense sobre «nuevos proyectos relacionados con el suministro de varios tipos de munición».
Estas bombas han sido ya usadas por ambos bandos en esta guerra, a pesar de que organizaciones de derechos humanas condenan su empleo y aseguran que pueden quedar artefactos sin detonar que amenazan a los civiles.
Human Rights Watch (HRW) denunció hoy en un comunicado el uso de bombas de racimo por parte de Rusia y Ucrania y en el que pide también a Estados Unidos que no envíe este tipo de municiones a sus aliados ucranianos, que se las solicitan a Washington desde hace meses.
«Las fuerzas ucranianas han utilizado munición de racimo que ha causado la muerte y heridas serias a civiles. Las fuerzas rusas han usado de manera extensiva munición de racimo, causando numerosas muertes de civiles y heridas graves”, señala el comunicado de la organización proderechos humanos.
HRW pide a ambos bandos dejar de utilizar este tipo de armas y afirma que «Estados Unidos no debe transferir munición de racimo a Ucrania”.
El comunicado de la ONG ha provocado la indignación del asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podoliak.
«Los ‘activistas por los derechos humanos’ lanzan una agresiva campaña de lobby… no para expulsar a Rusia de Naciones Unidas, sino para torpedear el suministro de armas a Ucrania”, ha tuiteado Podoliak.
El asesor de la oficina del presidente Zelenski ha criticado a HRW por «acusar a los ucranianos de no desarmarse lo suficiente” mientras Rusia «invade Ucrania” y «desencadena una guerra genocida brutal” en la que «mata civiles, organiza ejecuciones públicas, viola a mujeres” y «secuestra niños”.
Ucrania ha acusado en repetidas ocasiones a varias organizaciones de equidistancia entre el país atacado y el agredido en este conflicto.
Podoliak se preguntó en su mensaje si «la invasión de agentes rusos ha destruido los imperativos morales” de algunas organizaciones internacionales.