-Para algunos la encuesta CEP refleja un giro a la derecha. El Partido Republicano subió 8 puntos y hay un alza en la valoración por la autoridad, el orden público. ¿Cuál es tu opinión?
-Mas que un giro a la derecha, lo que yo constato es que la sociedad chilena está viviendo las secuelas del estallido social: el deterioro del orden público, el debilitamiento del Estado de derecho y un aumento muy importante de la inseguridad. Yo creo que esta encuesta refleja el momento de temor que vive la sociedad chilena. Es lo que explica el alza en el respaldo a las policías, a las Fuerzas Armadas.
Ese momento de confianza, de optimismo, respecto de lo que podía significar el estallido social, ha pasado claramente viviendo a estado de ánimo, de decepción, de desesperanza, incluso frente al cambio constitucional.
-La gente, según la CEP, está dispuesta a dejar de lado algunas libertades para que haya más orden y menos delincuencia. ¿Eso es preocupante y puede abrir la puerta a populismos de tendencia autoritaria?
-Es una señal importante, sin duda. El país atraviesa un momento de mayor angustia, de mayor precariedad económica producto de la inflación y del término de la sobreliquidez, que se generó a partir de los retiros de fondos previsionales y de los IFE en la última etapa del gobierno de Sebastián Piñera.
-Entre los personajes políticos mejor evaluados sale en primer lugar Evelyn Matthei. Cristóbal Bellolio dijo que era la mejor opción de la derecha. Faltan tres años, que es una eternidad en política, pero ¿le ves chances reales?
-Evelyn Matthei confirma que es hoy día el liderazgo mejor aspectado para la próxima elección presidencial. A pesar de que hay que poner el resguardo de que todavía falta mucho tiempo, Evelyn Matthei ha logrado congeniar muy bien la firmeza frente a la delincuencia, el esfuerzo de su gestión municipal para otorgar mayor seguridad y mayor tranquilidad a los vecinos, con una personalidad abierta, afable y respetuosa de las diferencias políticas en un contexto de mucha polarización.
Yo creo que eso también es algo que la gente valora. La apertura, el respeto por las diferencias en un momento en el que la cancelación y la intolerancia se han ido instalando muy fuerte en el debate público.
-Al otro lado, qué piensas de lo que está pasando con el Frente Amplio, que ha tenido todos estos problemas, los escándalos de convenios y ahora viene este episodio de violencia impresionante de Carlos Ruiz.
-El Frente Amplio está viviendo claramente su peor momento desde su fundación. Y sobre todo, no ha tenido una capacidad de dar una respuesta clara, categórica, a lo que ha sido el problema de las irregularidades en las fundaciones, lo que ha empezado a ocurrir ahora con el robo de computadores y eventualmente con la sospecha de que hay un intento por ocultar pruebas de dichas irregularidades.
Entonces, yo creo que el Frente Amplio todavía no tiene una estrategia comunicacional que le permita recomponer la credibilidad de sus liderazgos y dar una señal potente de rechazo a lo que ha pasado, desde el punto de vista político. Me parece que el Frente Amplio todavía no tiene una respuesta clara para afrontar esta crisis.
-Pero este robo en Desarrollo Social fue realizado por delincuentes según el propio Monsalve.
-Probablemente los que se han conocido ahora son robos comunes, pero lo de la semana pasada claramente era imposible que ese robo en ministerios ocurriera si no había respaldo y apoyo desde dentro. Cuando un ministro aparece hablando de errores, simplemente, tratando de normalizar este tipo de situaciones, lo único que hace es aumentar las sospechas.
-¿Cuál crees que serán la consecuencias del caso de Carlos Ruiz? ¿Va a ser un golpe muy fuerte para el FA?
-Desde el punto de vista anímico y simbólico para el Frente Amplio es un hecho muy doloroso. El Frente Amplio obviamente tiene una vinculación muy directa con la causa feminista y aquí se toca el corazón de lo que es de alguna manera el machismo, la violencia contra las mujeres. Pone a Carlos Ruiz en una situación muy complicada desde el punto de vista penal y de imagen pública. Pero también al Frente Amplio lo va a lo pone en una situación incómoda.
Es otro golpe para esta idea de la superioridad moral y de los estándares que el propio Frente Amplio puso en la agenda.
-¿Y cómo podría aprovechar la derecha este escenario supuestamente favorable a su sector?
-En primer lugar, sería un error aprovechar una situación como la de Ruiz, un drama de esta naturaleza.
En segundo lugar, la derecha ha cometido errores en el último tiempo, que le han generado divisiones internas a Chile Vamos, como la ofensiva de la UDI en contra del gobierno al tomar la decisión de bajarse de la mesa de negociación previsional.
El gran déficit de conducción política de la derecha es que no es capaz de mostrar una alternativa a lo que el Gobierno representa. Más allá de la crítica a las cosas que el gobierno está haciendo mal, a los errores que La Moneda comete en su gestión, la derecha todavía no es capaz de mostrar un proyecto, un camino, respecto de cómo quiere abordar los principales problemas que el país tiene.
-¿La derecha, en especial Chile Vamos, desaprovecha la oportunidad?
-Me pregunto: ¿Cuál es la visión de sociedad que quiere mostrar en contraste con lo que representa la izquierda que hoy día está gobernando? La derecha está desaprovechando el nuevo clivaje que empezó a insinuarse a partir del 4 de septiembre y que eventualmente le permitía tener la opción de crecer hacia el centro e incluso hacia la centroizquierda por el rechazo.
La derecha está desaprovechando esa oportunidad. La hegemonía del Partido Republicano hace difícil ese acercamiento al mundo del centro y de la centroizquierda por el rechazo. Pero creo que si la derecha no hace el esfuerzo de avanzar y de construir puentes hacia ese mundo, pone en riesgo la posibilidad de poder ganar la próxima elección presidencial.
-¿Y cómo calificas el liderazgo de Evelyn Matthei? Porque ha perdido otras veces…
-En este contexto que te estoy planteando, Evelyn Matthei es una mejor carta porque tiene más posibilidades de construir puentes y de generar vínculos de confianza y de cercanía política con el mundo del centro y de la centroizquierda por el rechazo que tiene Kast. Pero va a depender mucho de lo que hagan y de cómo se posicionen en el proceso constituyente, entre otras cosas.
¿Cuáles son las decisiones que va a tomar Kast y que va a tomar el Partido Republicano? Hasta ahora lo que está haciendo es reforzando sus claves identitarias y eso lo aleja de la posibilidad de generar puentes.
-¿El Partido Republicano está haciendo lo mismo que criticaban en el proceso anterior?
-La apuesta por reforzar las claves identitarias del Partido Republicano, puede consolidar eventualmente a un sector de la derecha que que hasta hace poco votaba por Chile Vamos y ahora puede estar votando por Republicanos. En la perspectiva de una elección presidencial y una segunda vuelta presidencial, eso hace difícil la opción de José Antonio Kast, si es que no logra romper el techo y avanzar hacia el centro.