Luis Cordero asumió, la tarde de este miércoles, como nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno de Gabriel Boric, tras la salida de Marcela Ríos, en medio de la crisis que generó en el Ejecutivo el otorgamiento de indultos.
El nuevo titular de la cartera se reunión con el Presidente Boric y pidió tiempo para instalarse y responder las preguntas referidas al tema de los indultos, que fue lo que generó la salida de Ríos, luego que el mandatario reconociera que hubo “desprolijidades” en la entrega de estos decretos.
“Es difícil cuando el Presidente hace un llamado. Este es un sector que yo conozco, me parece que es un sector desafiante, que es mucho más que indultos y nombramiento de fiscal nacional, es un sector donde están en juego una cantidad importante de servicios públicos que son clave para los ciudadanos”, expresó.
“Yo asumo como ministro de Justicia del Presidente Boric, es cierto, pero asumo un Ministerio de Justicia que tiene 186 años, o sea, la República está en ese ministerio. Y en el caso de Derechos Humanos, este año cumplimos 50 años del golpe de Estado, entonces hay muchas cosas simbólicas, muchas razones relevantes que hacen para mi significar un honor que el Presidente me haya convocado”, añadió.
Sobre el caso específico de los indultos, Cordero pidió “tiempo para instalarse” y revisar en detalle los casos para luego responder las preguntas de la prensa, aunque dejó algunas reflexiones.
“Los indultos en Chile, si ustedes revisan desde su aplicación en la década de los 90 hasta hoy, siempre han sido conflictivos; respecto de cómo se ejercen o la fundamentación. Lo que quiero decir en términos simples, es que no es una situación simplemente contingente. Si revisan el debate parlamentario y jurídico en los últimos años, se encontrarán con un debate similar”, reflexionó Cordero.