La serie de errores no forzados cometidos en el proceso de indultos presidenciales terminó por pasarle la cuenta a la ahora ex Justicia, Marcela Ríos, cuya salida del cargo será anunciada este sábado por el presidente Boric. Su última controversia fueron la serie de errores de su cartera relacionadas con los indultos, como el prontuario de Luis Castillo y el caso de Matías Rojas, de quienes Gendarmería realizó un informe desfavorable, lo que no fue expuesto por la secretaria de Estado en el decreto exento sobre su liberación. Ríos no fue la primera opción para Justicia y desde su llegada el indulto a presos de la revuelta fue una de sus banderas. Entre otras controversias, tuvo que ser corregida desde La Moneda cuando al ser preguntada si uno de los condenados por el asesinato de los Luchsinger era un homicida o un preso político. “No me compete pronunciarme”, señaló. Al renunciar, evita ser destituída por la acusación constitucional anunciada en su contra por la oposición.
Contexto general. Aparte de los cuestionamientos por los indultos, Marcela Ríos fue muy criticada por la fallida elección del Fiscal Nacional. Ella pidió “cuidar la Fiscalía”. Feminista y de izquierda, su nombramiento fue una sorpresa: Boric le dio la tarea de “abrir a la gente” el Ministerio de Justicia. Pero hasta ahora su gestión ha estado marcada por controversias.
- El viernes pasado, horas después de comunicar los indultos a 13 presos, Boric justificó su decisión diciendo que los beneficiados no eran “delincuentes”. El caso de Luis Castillo Opazo, condenado a 4 años de cárcel por asaltar la oficina del Registro Civil de Copiapó y otros 6 puntos de la ciudad, puso en entredicho esa afirmación.
- Castillo tiene prontuario por delitos comunes. En 2007, 12 años antes del 18-O, fue condenado por 2 robos con violencia. También registraba sentencias por un hurto, lesiones y un lanzazo. Además de dos causas por violencia intrafamiliar, cerradas por la Fiscalía.
- Gendarmería evaluó el 12 de diciembre -dos semanas antes de los indultos presidenciales- que Luis Castillo presentaba un “alto compromiso delictual”. Gendarmería actúa bajo el alerto del Ministerio de Justicia, al mando de Marcela Ríos, quien firmó el decreto exento para otorgar el indulto a Castillo.
- El fundamento de indulto a Luis Castillo, establecido en el decreto exento 3.234 y firmado por la ministra Ríos, indica en uno de sus considerandos: “El solicitante cuenta con el apoyo de sus padres, quienes han sido un referente afectivo, emocional y moral durante su reclusión y están dispuestos a brindar un espacio físico al solicitante ante una eventual salida al medio libre”.
- De Matías Rojas, otro de los liberados por Boric, condenado a 5 años y un día de presidio, como autor de tres delitos de elaboración de artefactos incendiarios, Gendarmería indica lo siguiente: “INFORME DESFAVORABLE relativo a los factores de riesgo de reincidencia y posibilidades de reinserción”. El decreto de su indulto, firmado por la ministra Marcela Ríos, “informa un bajo compromiso delictual del solicitante”.
Acusación constitucional. Luego de que Boric anunciara los indultos, RN anunció un acusación constitucional contra la ministra Ríos -a la que más tarde se sumó la UDI- por irregularidades en los decretos de indulto y eventuales infracciones a la ley en el otorgamiento de beneficios carcelarios. La oposición anunció que este lunes presentaría el libelo, lo que complica la situación de la ministra, que estuvo en el centro de las críticas el 30 de diciembre, mismo día en que se otorgó la libertad a presos del 18-O y el ex FPMR Jorge Mateluna.
- Ese día, a las 13.03, Presidencia informó que Boric había indultado a 10 presos del 18-O y a Mateluna. A las 15:13 circuló en el gobierno la información de que a 2 de los nombres incluidos en la lista no se les había otorgado el beneficio. Se trataba de Luis Castillo Opazo, condenado por atacar la oficina de Copiapó del Registro Civil y con un prontuario anterior al estallido social, y Sebastián Montenegro, condenado por porte ilegal de municiones en Antofagasta. Pero a las 16:21 Justicia emitió una nueva declaración sosteniendo que se habían añadido 2 nombres y que por “error” la Unidad de Comunicaciones del Ministerio “envió de manera incompleta la nómina de personas que fueron indultadas”. “Al advertir que faltaban dos nombres en el listado final, se envió la información correcta a Presidencia”. El error fue de gran calado y expuso a Boric y Ríos.
- “El día lunes vamos a presentar una acusación constitucional contra la ministra Ríos, con la convicción de que no supervisa adecuadamente las cárceles, con que no ha tenido un rol lo suficientemente adecuado en su supervisión a Gendarmería, donde nos parece que les permisos carcelarios que se han dado en la zona de Arauco y en otras partes del país no han estado a la altura de lo que exige la legislación”, dijo Diego Schalper, secretario general de RN. “El último capítulo tiene que ver precisamente con el episodio de los indultos, donde nos parece que ella se aparta de la legalidad, siendo que su tarea es dar aplicación de la ley”, añadió.
Quién es Ríos. Nacida en 1965, se fue al exilio a Canadá junto a sus padres. Vivió en México y EEUU, estudió sociología en la Universidad de York y luego cursó un doctorado en ciencias políticas en la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos. También hizo un magíster en ciencias sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), lugar donde se desempeñó como coordinadora del Programa de Gobernabilidad desde 2005 hasta 2007.
- Durante 14 años estuvo en el PNUD, el emblemático programa de las Naciones Unidas, donde prácticamente se escribió el relato autoflagelante sobre el modelo chileno. Fue el primer centro en el que comenzaron a estudiarse las grietas de la transición. Ríos forjó una identidad feminista e igualitaria, pero no es una crítica acérrima de la Concertación, con cuyo mundo tiene conexiones.
- Descrita como matea, Marcela Ríos no se esperaba la llamada del Presidente electo al filo de la hora, en enero, para decirle que sería ministra de Justicia. Tenía casi todo listo para irse a Europa, donde la esperaba un importante desarrollo profesional. “Yo pensaba que se iba a ir al extranjero”, dice una cercana de la ministra. “Entiendo que ella no fue la primera opción, que antes se había barajado el nombre de Patricia Muñoz”.
La misión. Una persona que ha trabajado directamente con Ríos, dice que entre el Presidente y la ministra “había cercanía, porque ella lo apoyó programáticamente en la campaña. Fue un nombramiento entre comillas sorpresivo. Pero tomó mucho sentido para ella cuando Boric le explicó cuál era el objetivo de designarla (no es abogada sino socióloga) en ese lugar: darle un carácter mucho más ciudadano a el Ministerio de Justicia”. Y otro tema que le preocupó como ministra desde el inicio es la situación de los presos del estallido social.
- Milita en Convergencia Social y tiene una buena relación con Ana Lya Uriarte y Carolina Tohá, por una cuestión generacional. Y también con Hernán Larraín, ex ministro de Justicia de Piñera. Con Apruebo Dignidad ha forjado amistades. En su cumpleaños en diciembre pasado estaban Fernando Atria, Claudia Sanhueza y Lucía Dammert, además de sus dos hijos veinteañeros y su pareja, el arquitecto Genaro Cuadros, uno de los impulsores de una nueva constitución con el movimiento “Marca tu Voto por una Asamblea Constituyente”. La fiesta fue en su casa de la calle Juan Moya, sector emblemático de la Ñuñoa progresista.
Las críticas. Sin duda la elección del fiscal nacional ha sido uno de los tragos más amargos de la ministra. Ya son tres los candidatos: José Morales, Marta Herrera y Angel Valencia. En el caso de Morales el oficialismo votó dividido y surgieron fuertes críticas a Ríos y a la Ministra Ana Lya Uriarte. El Presidente tuvo que salir a respaldarlas públicamente. Parlamentarios del oficialismo confidenciaron que le habían advertido a la ministra que no estaban los votos. Ella les respondió que sí estaban los 33. El 30 de noviembre Morales logró 31 votos, siendo la primera vez que la Cámara Alta rechazó la nominación presidencial de Fiscal Nacional.
- En ese momento, Pedro Araya, senador Indep-PPD, dijo: “El gobierno va a tener que cambiar la estrategia y probablemente a quien esté a cargo de esta negociación, porque con la ministra de Justicia ya vimos lo que pasó”.
- En el caso de Herrera, la ministra Ríos apeló a un punto de vista feminista: “Espero que las críticas no estén fundadas en un sesgo de género”, dijo. El 19 de diciembre, el Senado la rechazó incluso con menos votos que los de Morales, 26 en vez de 31. La candidatura de Valencia será una dura prueba de la ministra. De hecho se ha informado que Valencia podría ser una “moneda de cambio” ante una posible acusación constitucional.
Su complejo debut. En el primer tiempo del gobierno, el despliegue de la agenda de Ríos -la primera ministra de Justicia desde 1990 que no es abogada- estuvo concentrada en temas de derechos humanos. Primero con el indulto a los presos del estallido social y, tras el anuncio de Boric en su cuenta pública, con el plan de búsqueda de 1.162 desaparecidos de la dictadura militar.
- El 13 de abril, cuando Ríos presentó su agenda legislativa ante la Comisión de Constitución en el Senado, tuvo un primer traspié. El senador Alfonso de Urresti (PS) le preguntó por qué en el paquete no venía la propuesta de indulto a los presos del estadillo social. Y le recordó que se enteraron por otra senadora que el gobierno le podría urgencia.
- El 8 de mayo, cuando llevaba dos meses en el ministerio, en una entrevista a El Mercurio, Marcela Ríos dijo que “el indulto a los presos de la revuelta es un compromiso, una prioridad”. Y agregó que “también sabemos que no contamos con todo el apoyo que necesitamos en el Senado para que nos apruebe en sala”.
- Luego que en su cuenta pública Boric no mencionara el indulto, Ríos dijo: “Vamos a seguir trabajando para sanar esas heridas. Vamos a presentar una propuesta cuando tengamos el acuerdo de los comités de los senadores y senadoras”.
- Uno de los mayores traspiés de Ríos ocurrió cuando, en esa misma entrevista en El Mercurio del 8 de mayo, le preguntaron si Celestino Córdova, condenado por el crimen del matrimonio Luchsinger Mackay, era un preso político o un homicida. Respondió que “no me compete pronunciarme”.
- Al día siguiente, la vocera de gobierno, Camila Vallejo, debió aclarar los dichos de la ministra. Ríos también debió salir a corregirse.