¿Cuáles son los “bordes” que plantean la UDI, RN y Evópoli? El reclamo de militantes y parlamentarios sobre la premura del gobierno para lograr un acuerdo que dé inicie a un segundo proceso constituyente -y la venia de la centroderecha- provocó que las dirigencias tuvieran que idear un nuevo plan: esperar unos días para avanzar en un acuerdo -y así el gobierno y la izquierda resienta su derrota- y dar certezas a los “suyos” de que no se volverá a repetir un experimento fracasado. ¿Cómo? Lo central, dicen, será preestablecer principios básicos que una Convención 2.0 “no pueda tocar”. Las directivas ya trabajan en una propuesta común, como paso previo a la nueva cita con la oposición.
Para el próximo miércoles 21 de septiembre está planificada, hasta ahora, una reunión entre los partidos de Chile Vamos -la UDI, RN y Evópoli- para consensuar una primera propuesta conjunta de cara a la reanudación del diálogo constituyente con la oposición.
El objetivo se fijó luego de que Chile Vamos decidiera pausar el acuerdo que busca iniciar un segundo proceso constituyente, a una semana del apabullante triunfo del Rechazo, con un 62% de respaldo. Esa determinación, asimismo, se dio después de que se realizaran dos reuniones amplias, en sede Congreso, de toda la oposición junto al oficialismo y gobierno, para ver los pasos a seguir.
Sin embargo, las bases de la UDI y RN -así como varios parlamentarios- resintieron la velocidad de las tratativas, en circunstancias de que, argumentan, el gobierno y el oficialismo aún no han resentido su estrepitosa derrota. Sobre todo, en circunstancias de que luego de la cita de este lunes la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, celebrara un preacuerdo que, supuestamente, establecía puntos problemáticos de consensuar, como la inclusión de los pueblos originarios e independientes a una eventual nueva Convención.
Así, durante las jornadas de este martes y miércoles, públicamente, los dirigentes de la centroderecha se alinearon para transmitir que el compromiso de una nueva Constitución “sigue intacto”, pero que no será apresurado. Porque, argumentaron, se encuentran en un proceso de “escucha activa” con sus militantes.
De esa forma se dieron una semana más para volver a concretar otra cita con la oposición. Por eso, cancelaron una tercera reunión que estaba planificada para este jueves 15, pidiendo la salida del gobierno de las tratativas y una mejor representación de las fuerzas parlamentarias en la mesa de negociación, es decir, presencia “proporcional”. La izquierda accedió fácilmente, porque, dijeron en la derecha, saben que hoy están derrotados. “Es entendible que quieran más tiempo”, señalaron personeros opositores. La nueva reunión entre oficialismo y oposición quedó agendada para el viernes 23 de septiembre.
¿Tiempo para qué? Con la molestia de sus militantes -que reclaman a los respectivos parlamentarios que los representan en sus zonas- de que no quieren repetir una Convención Constitucional idéntica a la que ya se llevó a cabo, los dirigentes saben que deben idear un plan que mezcle dos elementos: expertise de integrantes y participación ciudadana.
Las razones del triunfo del Rechazo, por lo demás, aún no están claras. Hay que decantarlas, “masticarlas”, han asegurado. Eso lo dicen sobre todo desde Evópoli y RN, aunque todos han concordado que no se trata de una victoria de la derecha y la centroderecha. En la UDI, no obstante, han sido más taxativos. El senador de la UDI, Juan Antonio Coloma, dijo en Mesa Central de Canal 13 que se trató de la elección más ideológica que hayamos vivido, por tanto, esta fue una derrota ideológica de la radicalidad de la Convención Constitucional.
Al inicio de esta semana, en el sector se empezó a instalar la idea de cambiar el nombre a una nueva instancia ciudadana que redacte una nueva Carta Magna, por el rechazo que podría generar públicamente a un nuevo órgano llamado de la misma forma. No solo eso, lo central por estos días ha sido recalcar que el acuerdo debe incluir “bordes”, muchos más de lo que se fijaron el 15 de noviembre de 2020.
El artículo 135, consensuado a través de una reforma constitucional, estableció que “el texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.
“Si no hay bordes, Chile Vamos no va a abrir la puerta a un nuevo proceso constituyente”, dijo tajante este miércoles el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri. “Queremos discutir de manera seria y con bordes”, agregó su par Guillermo Ramírez.
Mientras el senador Coloma recalcó: “No queremos hoja en blanco”.
El fin, ahora, es que ese marco del artículo 135 se amplíe. Pero el asunto que aún no se resuelve en la centroderecha es cómo van a plantear que se implementen esos “bordes”: ¿a través de una reforma constitucional por medio del Congreso, o por medio de un grupo de expertos?
Hay distintas opiniones en Chile Vamos. Hay varias incluso dentro de los mismos partidos, hasta algunos senadores, individualmente, han redactado sus propias miradas. Los textos circulan en el mundo político, pero aún no está el documento final. RN ha mostrado más luces, pues este miércoles El Mercurio dio a conocer la propuesta del partido, que incluye que estos bordes los proponga un grupo de expertos.
Otros sectores, como en Evópoli, no ven con malos ojos que sea el Congreso que lleve adelante la reforma constitucional de los bordes. ¿La razón? Con el nuevo quórum de los 4/7, dicen, se podrán alcanzar buenos acuerdos para establecer esos bordes. Sobre todo, en el contexto, de que algunos analizan que tanto la derecha como la izquierda tienen “traumas”: la primera por el plebiscito de entrada, donde perdieron 80-20, y la segunda, por la derrota 60-40 del Apruebo. Por lo mismo, ningún sector “moderado”, recalcan, tiene muchas ganas de arriesgar demasiado en un segundo proceso.
“Tendremos que sacar lo mejor de este centro moderado que va desde la UDI hasta el PS”, dice Alessandri al ahondar en la idea de los bordes.
“Es legítimo que nos tomemos este tiempo, yo respeto a mis socios de RN y la UDI, es importante que logremos una propuesta común”, señala la presidenta de Evópoli, Luz Poblete.
“En Chile Vamos estamos avanzando hacia algo en lo que podemos concordar, pero hay personas que dicen, ‘mire, preguntemos de nuevo’; otros dicen ‘miren, vamos a una convención idéntica a la que ya fracasó’ -eso a mí no me gusta- y hay distintas alternativas. Concordar, sí, pero con mucha prudencia y con seriedad para ofrecerle al país un camino de alternativas, que no sea la refundación de Chile sino que nos permite tener una Constitución moderna y que le dé posibilidad al país de prosperar”, añade el senador Evópoli Luciano Cruz-Coke.
El Presidente Sebastián Piñera, en entrevista con Tele13 Central este miércoles, dio luces sobre el contenido de los bordes previos a la redacción de una nueva Constitución. Al ser consultado sobre si el órgano debía ser 100% electo, respondió que eso hay que discutirlo, pero precisó: “Una forma es que los expertos participen, antes de la Convención y, por ejemplo, fijen un marco, fijen los bordes, fijen los principios básicos que se deben respetar, o pueden participar en la Convención. (…) tenemos que aprender la lección. Es muy importante que la nueva Constitución una y no divida a los chilenos, que cree un sistema político que funcione, con los tres poderes del Estado independientes, respetados, no como pretendió el proyecto de Constitución anterior de degradar al poder judicial a un sistema judicial”.
Esos planteamientos, en todo caso, no son ideas nuevas, pues durante la semana también en los partidos han entregado señales. En la UDI, el senador Coloma ha subrayado la importancia de que quede un sistema político representativo o que se establezca el respeto de los tres poderes del Estado. Alessandri, por su parte, precisó que, al abrir la puerta a este nuevo proceso, quede predeterminado que “la propiedad privada no se toca; el Banco Central autónomo no se toca; tres poderes del Estado independientes, cada uno con sus facultades, no se toca; y Chile, país unitario con un sistema de justicia, no se toca”.
RN en su propuesta, de hecho, también señala aspectos fundamentales como la autonomía del Banco Central, la consagración expresa de Carabineros de Chile y las fuerzas de orden en general, el derecho a la vida, y la libre elección en materia educacional, previsional y de salud.
“La ciudadanía debe tener la seguridad de que el nuevo texto no va a plantear nunca la plurinacionalidad -ya quedó clarito que Chile quiere ser una sola nación-, no va a plantear nunca un poder judicial subordinado a un consejo de composición política que limite su independencia, que no se va a traducir nunca en debilitar la fuerza de Carabineros (…) contenidos que están asentados y nos vamos a encargar de que estén presentes. (..) Podremos discutir sí qué es un Estado social de derecho”, dijo el secretario general de RN, Diego Schalper.
Sobre el mecanismo, hay cierta concordancia en Chile Vamos que debe ser una Convención de pocos integrantes, 50 es un número que han planteado, con paridad y con venia ciudadana. El nudo es cómo incluir a los expertos -si deben ser elegidos por la ciudadanía o no-, a los independientes y a los representantes de los pueblos originarios. El mecanismo, en todo caso, fue un tema dilatado -evitaron casarse en campaña con uno-, pues bien saben que es una materia compleja que no precisamente los une. Pero, admiten, ya llegó el momento de zanjarlo.
En todas estas ideas ya están trabajando en Chile Vamos -que se deben concretar en un documento único en los próximos días y que manejan con reserva- para llegar “firmes y unidos” ante la oposición el próximo viernes, dicen. Lo principal es lograr, finalmente, hacer valer esta nueva mayoría que dejó el plebiscito de salida, sin que “a la derecha le vuelvan a pasar la máquina”, como en el pasado proceso constituyente.