-¿Cuál es su opinión sobre la medida de adelantar y extender las vacaciones escolares?
-En primer lugar, no se conoce la información que se tuvo a la vista para tomar esta decisión tan dolorosa para los jóvenes y los niños, que han estado más de dos años sin clases presenciales y ahora se les da un mes sin clases. No lo voy a llamar vacaciones de invierno, porque no es eso. Y a lo mejor se les ocurre después que sea por más tiempo. Es incomprensible.
-¿Por qué dice que es dolorosa?
-Es dolorosa porque ya sabemos el daño causado. Por la presión del Colegio de Profesores, y los alcaldes, en la pandemia se cerraron muy tempranamente los colegios y se abrieron muy tardíamente. Chile fue uno de los países que tuvo más tiempo cerradas las escuelas. Y eso produjo un daño inconmensurable.
Sin embargo, ahora de nuevo se recurre a esta medida, con mucha facilidad, sin información, en una situación sanitaria que no es peor que la del año 2018, cuando esta medida no se tomó. Y no focalizada, porque el problema de infecciones respiratorias afecta fundamentalmente a niños menores de 4 años, no a niños que están en la escuela. Para un joven o una joven en educación media esto no le hace ningún sentido. Y sin embargo nuevamente se cierran las escuelas, se obliga a padres o madres que tomen licencias médicas para cuidar de los niños, porque no tienen estructura para cuidarlos para que se queden solos en las casas. Los niños se quedan sin la entrega de alimentos por parte de la Junaeb y de nuevo expuestos a todo lo que significa estar solos en sus casas.
-¿Qué consecuencias tiene?
-La más obvia es que se acentúa un daño que ya se ha medido, en términos de brecha educacional, de trastornos del aprendizaje, trastornos sicológicos, violencia, estrés postraumático después de volver a clases. En muchos colegios y escuelas en Chile, la violencia campea y hay recintos educacionales que simplemente han tenido que cerrar porque tienen un nivel de violencia incompatible con la actividad normal académica. Y sin embargo, se insiste en una medida que produce mucho daño, sin que uno entienda cuáles son las razones para eso.
-El Presidente Boric había dicho que los colegios iban a ser los últimos en cerrar, pero parece que hubo un giro importante. ¿A qué se debe?
-O sea, yo estoy muy angustiado y preocupado por esto, porque aquí hay una generación entera que está dañada. Tenemos que hacer un esfuerzo como país y como estado para superar esta brecha, que afecta sobre todo a la población más vulnerable, más pobre. Porque eso de decir que las clases pueden ser a través de web o aplicaciones informáticas, es falso. Eso es solo para una minoría de colegios de altos ingresos. Pero la inmensa mayoría de los colegios simplemente no tiene clases.
Además, en la educación básica el uso de tele educación ha mostrado ser un fracaso completo. Donde sí ha funcionado es en la universidad, pero en el resto no. Y de nuevo el grupo de riesgo de infecciones respiratorias son los menores de 4 años y uno podría haber hecho medidas específicas en los jardines infantiles, en la etapa preescolar, para proteger mejor a esos niños, pero no cerrar todas las escuelas.
-El argumento del gobierno es que hay una ocupación de camas pediátricas explosivas, producto del aumento de enfermedades infecciosas.
-No es explosiva: es la misma o menos que la que teníamos en el año 2018. Hay un 84% de las camas de tratamientos intensivo pediátricas ocupadas, que es lo normal para esta época, y además esto se veía venir. El consejo asesor del ministerio lo mencionó hace varias reuniones; que había que tener una campaña de invierno para convertir camas de adulto en camas pediátricas. Pero no se ha hecho.
Por lo demás existe un instrumento que nosotros usamos extensamente de alerta sanitaria, de conformar una red única de salud administrada por la subsecretaría de redes, para derivar niños que necesiten hospitalización a clínicas que no pertenecen al estado. Y eso tampoco se ha hecho. Se recurre a lo que parece más fácil pero a la vez a lo que produce más daño.
-El virus sincicial es de los más diagnosticados. ¿Hay un alza de contagio?
-Efectivamente, el 50 % de los niños menores de 4 años con una infección respiratoria tiene virus sincicial. Que insisto es lo mismo que vivíamos el año 2018 o 2016. No tiene novedad. A esos niños mientras más pequeños más riesgos tienen de hacer una enfermedad grave. Pero esos niños no van al colegio.
-¿La estrategia del gobierno le parece equivocada?
-Uno pediría que las mismas autoridades que hoy día están en el gobierno -y que fueron tan demandantes con nosotros en otras oportunidades- informen cuáles son los datos, en base a qué cifras se toman las decisiones, quiénes asesoraron, quiénes convinieron esto, por qué, cuáles son los objetivos… No hay nada de eso.
-¿Y desde el punto de la vacunación?
-Sabemos que el refuerzo de vacunación para niños y adultos han fracasado. El primero de junio se puso fin a más de un millón de pases de movilidad precisamente para motivar la vacunación y menos de dos semanas después el gobierno se da media vuelta y dice: ahora no va a ser necesario el pase de movilidad si usted tiene un PCR; así puede entrar al cine, a un restaurante, etc.
¿Quiénes tienen recursos para hacerse 4 o 5 PCR al mes? Estamos hablando de más de 100 mil pesos. Es una medida absolutamente discriminatoria. Si hay que hacerse PCR tiene que ser gratis, debiendo pagar el estado, y no solamente para un segmento de la población que puede pagarlo. Es irresponsable, porque si no tienes las vacunas al día, aunque tengas PCR, corres un riesgo inmenso si vas al cine o a un restaurante
-¿Hay una sensación de que no es necesario usar mascarillas?
-Yo soy fanático y siempre lo he sido, aunque fui criticado terriblemente, del uso de mascarillas en todo lugar cerrado. Cada vez que estoy en un lugar con otras personas más de 15 minutos, ya sea sala de clases, cine, restaurante, tengo que usarla.
-¿Qué piensa de este problema en el hospital siquiátrico de Valparaíso? La ministra inició una investigación por torturas.
-Esa fue una metida de pata del ministerio de salud, en el sentido de denunciar que en un hospital siquiátrico ¡se practicaba tortura! Es decir, un delito que lleva cárcel, que probablemente es uno de los delitos más graves de los que se pueda acusar a una persona y de los cuales no ha habido ninguna denuncia en esta materia desde la investigación de la dictadura militar. Es algo nuevo: que alguien diga que en este hospital los médicos torturan es súper duro.
-La ministra cambió el tono y bajó el nivel del delito.
-Yo creo que además del cambio de la denuncia que ella hizo formalmente, se requieren disculpas públicas de la ministra, que es lo que está pidiendo el gremio del hospital de El Salvador de Valparaíso.
-¿Hay antecedentes de maltrato?
-Se investigarán. No hay ningún problema en hacer un sumario, pero aquí estamos hablando de una cosa diferente. No de maltrato, sino de un delito sumamente gravoso en el código penal, como es la tortura. Me parece absolutamente razonable que los funcionarios de ese hospital digan que no es aceptable.
Crédito Ex-Ante