Según la ONU, unos 2.300 pacientes, personal médico y refugiados se encuentran en este establecimiento, lo que genera preocupación internacional por su suerte.
Los soldados israelíes que realizan por cuarto día consecutivo una operación militar en el hospital Al Shifa de Gaza ordenaron a través de altoparlantes su evacuación en un plazo de «una hora», indicó este sábado un periodista de la AFP en el lugar.
Según la ONU, unos 2.300 pacientes, personal médico y refugiados se encuentran en este establecimiento, lo que genera preocupación internacional por su suerte. Israel, de su lado, asegura que el movimiento islamista palestino Hamás que controla Gaza utiliza el hospital como base militar.
El periodista de AFP presente en el hospital escuchó el mensaje en árabe a primera hora de la mañana.
El ejército israelí llamó igualmente al director del hospital, Mohamed Abu Salmiya, para reclamarle «la evacuación de los pacientes, los heridos, los desplazados y el personal médico, y que todos vayan a pie» hacia la avenida costanera que bordea el establecimiento, en la ciudad de Gaza, en un plazo de una hora, según indicó este médico a AFP.
Desde hace días, los soldados israelíes han estado entrando en los servicios de Al Shifa para interrogar a las personas presentes en el interior, y han registrado «edificio por edificio», según dijo el ejército israelí, este gran complejo médico, el más grande de la Franja de Gaza.
El director del hospital ya rechazó esta misma semana una precedente orden de evacuación recibida por teléfono, invocando la complejidad de la operación.
Por otro lado, el director del hospital Nasser en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, dijo el sábado que 26 personas murieron en un bombardeo contra un edificio residencial de la ciudad.
En la noche del viernes al sábado, un bombardeo contra un inmueble residencial en Jan Yunis, en el sur de la Franja, dejó 26 muertos y 23 heridos graves, dijo a la AFP el director del hospital Nasser de esta ciudad.
En el hospital de Al Shifa. en la Franja, el más grande del territorio, la situación es «catastrófica» para los pacientes, que no tienen «agua ni comida», dijo su director Mohammed Abu Salmiya a la AFP.
El complejo hospitalario, donde la ONU estima que se refugian unos 2.300 civiles, genera preocupación internacional desde la incursión de las tropas israelíes el pasado miércoles.
El ejército israelí, cuyos tanques rodean aún el hospital, dijo a la AFP que estaba inspeccionando el recinto donde, según ellos, Hamás dispone de bases de mando, algo que el movimiento islamista desmiente.
Israel también sospecha que algunos rehenes estaban retenidos en ese hospital y el viernes anunció haber hallado el cadáver de una soldado secuestrada en un edificio adyacente. El movimiento palestino dijo que murió por culpa de los bombardeos israelíes.
Además de los bombardeos, la Franja soporta desde el 9 de octubre un «asedio total» por parte de Israel, que cortó las entregas de comida, agua, electricidad y medicamentos.
Según la ONU, más de dos tercios de los 2,4 millones de habitantes de la Franja fueron desplazados por la guerra. La mayoría huyó hacia el sur llevándose el mínimo de sus casas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) calcula que un 70% de la población no dispone de agua potable en el sur del territorio.
En Rafah, en la frontera con Egipto, la AFP vio el viernes a numerosos niños heridos que esperaban en ambulancias para ser enviados hacia Emiratos Árabes Unidos.
«Al principio nos dijeron que iba a morir. Tenía fracturas en el cráneo, en la pelvis y en la pierna», dice Adam al Madhoun, el padre de Kenza, una niña de cuatro años a quien le amputaron la mano derecha tras un ataque israelí contra el campo de refugiados de Jabaliya.