Evidenciando los puntos que le preocupan de la propuesta de nueva Constitución, el exjefe de la billetera fiscal del último gobierno de Michelle Bachelet y exmilitante PPD, rompió el silencio y se manifestó a favor del Rechazo. El economista planteó que es necesario generar un nuevo proceso, en donde espera «no pecar de ingenuo» al confiar en que la derecha colaborará para promover una nueva Convención.
Este domingo, y después de un largo «período de reflexión», el exministro de Hacienda en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, Rodrigo Valdés, se mostró a favor del Rechazo, a través de una carta publicada en El Mercurio. «Si se aprueba la propuesta constitucional perderemos la opción de escribir una que sea la piedra angular de un nuevo y amplio pacto social», sostuvo el exjefe de la billetera fiscal, que se suma a la lista de figuras políticas ligadas a la ex-Concertación o ex-Nueva Mayoría que apuestan por rechazar la propuesta de nueva Constitución.
En la misiva, Valdés asegura que «en política, el peso relativo de cada argumento es subjetivo. Personas que estimo y admiro concluyen lo opuesto a mí con, prácticamente, la misma información. A diferencia de ellos, considero que es mejor para Chile rechazar la propuesta constitucional, en el plebiscito del 4 de septiembre“. Al respecto, cree que con esta nueva Carta Fundamental, «como un péndulo, pasaremos de un régimen en que la titularidad sindical es inconstitucional a uno en que es inconstitucional no tenerla”.
Ahora bien, el economista cree que la propuesta que se plebiscitará el próximo 4 de septiembre «tiene elementos valiosos», y que «entre lo positivo está convertir a Chile en un Estado social, democrático y derecho (aunque me parece, que en las dos últimas ya lo es) y otorgar reconocimiento y derechos a distintos grupos que hemos postergado por demasiado tiempo”.
No obstante, y en relación a los aspectos que determinaron su visión crítica a la nueva Carta Fundamental, Valdés asegura que «algunos ya fueron identificados en el acuerdo de reforma de los partidos del oficialismo. Por ejemplo, la importancia de restablecer la iniciativa exclusiva del Presidente, eliminar la reelección presidencial inmediata y precisar el rol del consentimiento indígena. Son cambios que reducen la probabilidad de que extraviemos el rumbo».
Además, el exjefe de Teatinos 120 considera que «hay otros problemas que serán muy difíciles de cambiar y que, en mi opinión, producirán grandes inconvenientes. Por ejemplo, más allá de su composición, el Consejo de Justicia concentra un poder excesivo y arriesga politizar el sistema“. Y agrega que, «más allá del tema del endeudamiento local, el modelo de descentralización deja muchos cabos sueltos». A su juicio, «la imposibilidad de comercializar las autorizaciones de uso de agua generará un grave costo de eficiencia. Y que la ley no pueda restringir la huelga (excepto en casos excepcionalísimos) abrirá una caja de Pandora».
Pero el también expresidente del BancoEstado va mas allá, y añade que «el mayor problema de la propuesta constitucional quizás sea aquello que no logró plasmar: el sistema político será tanto o más disfuncional que el actual. Las causas de este error, me parece, son tres: escasa reflexión previa; cierto desprecio por el rol de los partidos y la política tradicional; y un diagnóstico incompleto, o derechamente incorrecto, sobre el ‘exceso de presidencialismo'».
Finalmente, asegurando que apuesta por el Rechazo para generar un nuevo proceso constituyente, Rodrigo Valdés cree que «necesitamos una nueva Convención, paritaria, quizás menos numerosa, con representación indígena, elegida popularmente con reglas que faciliten acuerdos; y que trabaje alrededor de seis meses, sobre una nueva hoja en blanco y con dos tercios de quórum de aprobación. Un sistema de listas nacionales bloqueadas y cerradas podría dar cabida a más expertos y ofrecer más transparencia respecto de qué ideas hay detrás de cada plataforma».
Sin embargo, aclara que, si gana el Rechazo, «también necesitamos que la derecha no se parapete a partir del 5 de septiembre. Espero no pecar de ingenuo al confiar en que colaborarán para que tengamos una nueva Convención», para luego cerrar diciendo que «en economía se enseña que una opción tiene un valor intrínseco que se pierde una vez que se decide no usarla. Si se aprueba la propuesta constitucional perdemos la opción de escribir una que sea la piedra angular de un nuevo y amplio pacto social».