Más de mil millones de pesos logró amasar una banda delictual que por años se dedicó al robo de madera y que operaba en la Región de La Araucanía. Conseguían burlar los controles policiales y tributarios para cometer su delito.
Todo ocurría en medio de predios forestales usurpados de la Macrozona sur. Una investigación de años terminó desbaratándola y sus métodos, así, quedaron en evidencia.
Una investigación de años terminó desbaratándola y, sus métodos, quedaron en evidencia. La cadena de acciones estaba dividida por el rol que cada individuo desempeñaba en esta organización.
¿Quiénes eran? ¿Por qué defendían con tanta violencia su actividad? La investigación del departamento OS9 de Carabineros logró responder esas interrogantes.
Fue una investigación extensa. Años de seguimientos a ras de suelo y desde el aire de camiones cargados con madera robada.
Salían desde predios forestales usurpados rumbo aserraderos desde donde la madera salía blanqueada para su comercialización. Los recursos con los que disponía la banda eran millonarios, indicio de una actividad tremendamente lucrativa.
Gran parte de ese delito ocurría aquí, en la localidad de Calebu, comuna de Contulmo. Allí era donde blanqueaban las maderas robadas de los predios forestales usurpados.
Walter Fernando Araneda Parra era el líder del grupo criminal. Según la investigación, este hombre era quien dirigía y decidía los ilícitos específicos que se iban a cometer.
En una de las escuchas interceptadas por el OS9, instruye a José Flores, chofer de uno de los camiones que transportaba madera robada, sobre cómo reaccionar frente a un control carretero por parte de Carabineros.
Junto a la figura del líder actuaban otras 10 personas. Todos cumplían distintos roles dentro de la organización criminal.
Juan José Ugarte, presidente el gremio de la industria forestal, detalla que la ley que tipifica el robo y hurto de madera aún no está lista.
“Nos resulta tan inexplicable que teniendo ley desde el 27 de septiembre y aún no tenemos noticias del reglamento que entrega las facultades obligatorias de la documentación electrónica”, sostuvo el personero.
Más de mil 100 millones de pesos, que sumado a decenas vehículos, maquinarias y propiedades, hablan de un patrimonio ilícito multimillonario que esta organización criminal logró amasar durante años.
Hoy, la mayoría de sus miembros están en prisión preventiva y la fiscalía no descarta que otras personas vinculadas a ellos sigan cayendo.