Israel prometió este domingo que lanzará una ofensiva terrestre en la superpoblada ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, pese a las negociaciones en marcha para alcanzar una nueva tregua en la guerra contra Hamás.
Doha acoge una nueva ronda de negociaciones para una cese el fuego en las que participan «expertos de Egipto, Catar, Estados Unidos e Israel» y representantes del movimiento islamista palestino Hamás, informó una televisión egipcia.
Pero, sin embargo, una eventual ofensiva contra la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, solo se vería «demorada» en caso de alcanzar un acuerdo de alto el fuego, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una entrevista con con la cadena estadounidense CBS.
«Si no tenemos un acuerdo, lo haremos de todos modos«, señaló Netanyahu, refiriéndose a la ofensiva contra Rafah, donde sobreviven hacinados 1,4 millones de civiles, según la ONU.
«Tiene que hacerse porque la victoria total es nuestro objetivo y la victoria total está al alcance, no a una distancia de meses, sino de semanas, una vez que comencemos la operación», añadió.
En la Franja de Gaza, la situación no deja de empeorar y 2,2 millones de personas, la inmensa mayoría de la población, se enfrentan a una «hambruna masiva», según la ONU.
Los bombardeos no cesan y la ayuda humanitaria entra a cuentagotas por el paso de Rafah, en el extremo sur del enclave, donde depende del visto bueno de Israel, que impuso un asedio total a la Franja.
Encaminar la ayuda hacia el norte es casi imposible debido a los combates que se libran a lo largo y ancho del territorio.
Una gran parte de la población ya había huido de esa zona tras las órdenes de evacuación del ejército israelí en octubre.
Pero esta vez es la falta de alimentos la que obliga a los gazatíes a huir.
Un corresponsal de AFP dio cuenta de cientos de personas abandonando sus hogares para dirigirse a otras zonas del territorio, gobernado por Hamás desde 2007 y sometido a intensos bombardeos israelíes desde el 7 de octubre.
La guerra estalló ese día cuando milicianos islamistas mataron a unas 1.160 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, y secuestraron a unas 250, según un balance de AFP basado en datos israelíes.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que ya provocó 29.692 muertos en Gaza, en su gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
«Vine caminando (…) No tengo palabras para describir el tipo de hambruna que se extiende ahí (…)», contó Samir Abd Rabbo, de 27 años, que llegó a Nuseirat, en el centro de Gaza, junto a su hija de un año y medio.
«No hay leche [para mi hija]. Trato de darle pan que preparo a partir de forraje, pero no puede digerirlo (…) nuestra única esperanza es la ayuda de Dios», contó.
Representantes de Egipto, Catar, Estados Unidos y de Israel y Hamás reanudaron este domingo en Doha unas negociaciones de cara a una tregua, a las que seguirán unas «reuniones en el Cairo», según el canal AlQahera News, próximo a los servicios egipcios de inteligencia.
Las conversaciones, según la cadena, «aseguran el seguimiento de lo que se habló en París», adonde se desplazó el viernes el jefe del Mosad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, David Barnea.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó el domingo que los representantes de Israel, Estados Unidos, Egipto y Catar, reunidos en París, «llegaron a un entendimiento» respecto a «cuáles deberían ser los contornos básicos de un acuerdo sobre rehenes para un cese el fuego temporal».
«Tendrán que ocurrir discusiones indirectas de Catar y Egipto con Hamás, pues en última instancia tendrán que acordar liberar a los rehenes», declaró a la CNN, insistiendo en que «ese trabajo está en marcha».
Según una fuente de Hamás, catalogado como organización «terrorista» por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, el plan contiene una tregua de seis semanas y un intercambio de entre 200 y 300 presos palestinos por 35 y 40 rehenes.
Tras un canje que tuvo lugar en noviembre, las autoridades israelíes calculan que aún hay 130 rehenes en Gaza, de los cuales 31 habrían muerto.
Entre esos fallecidos, figura un soldado israelí de 19 años, anunció el ejército este domingo.
Israel, que afronta crecientes presiones internas, exige «la liberación de todos los rehenes, empezando por todas las mujeres, y que dicho acuerdo no signifique el fin de la guerra», afirmó Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Hamás, en cambio, exige un «alto el fuego total» y una retirada de las tropas israelíes de Gaza.