Óscar Crisóstomo, gobernador de Ñuble, planteó en ADN Hoy que existe dentro de la administración del Presidente Gabriel Boric una “disonancia” entre la promesa de eliminar la polémica figura y el estado actual del debate.
La frase no da espacio a segundas interpretaciones: “Si el pueblo de Chile nos da el honor de poder representarlos de aquí en adelante, no les queda duda que en nuestro futuro gobierno se va a terminar la figura del delegado presidencial“.
La frase era del entonces diputado y candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, en conversación con CNN, en septiembre de 2021. En diciembre, pocos días antes de ser electo, reiteró en la propuesta, en el norte de Chile: en Pozo Almonte, en la región de Tarapacá, dijo que “tenemos el compromiso explícito de terminar con la figura de delegado presidencial. No necesitan un apoderado a quien pedirle permiso para tomar sus decisiones”.
Óscar Crisóstomo, gobernador regional de Ñuble, habló de eso la mañana de este miércoles en ADN Hoy: “La suspensión de las conversaciones con el Gobierno son para que transparenten qué quieren, qué están buscando. Porque tenemos disonancias: por un lado, un ministro de Hacienda muy descentralizado, que abordó el royalty minero y que nos fue muy bien a las regiones, a las comunas; que nos da mayores recursos, autonomía financiera a las regiones. Porque él entiende que entre más descentralización, más crecimiento para la región y para el país”.
“Por otro lado —siguió—, un ministerio, o una parte del Gobierno que dice que los delegados no desaparecen, que vamos a reforzar la figura de los delegados, que además tendremos otra figura encargada de la seguridad pública. Entonces es disonante la postura cuando el Presidente Boric se había comprometido en campaña, e incluso antes, en meses anteriores, a hacer descentralización sin letra chica. De hecho, el mismo lo dijo: terminar con la figura de los delegados y potenciar la figura de las regiones y frente a la disparidad de opiniones del mismo Gobierno, nosotros queremos saber finalmente cuál es la posición que van a tener y cómo avanzamos para que las regiones podamos resolver nuestros propios problemas, sin tener que ir a Santiago y sin tener este estado central tan poderoso que va consumiendo las regiones y las decisiones y que finalmente afectan a las personas de las regiones”.