El alcalde de Renaico, que participó en su juventud de los orígenes de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), asegura que estamos en un momento de inflexión donde el Estado no puede excluir por “pensar distinto” a grupos como la CAM y la Resistencia Mapuche Malleco (RMM). «Por supuesto que se les debe invitar (a la Comisión por la Paz y el Entendimiento), es responsabilidad del Estado sentarse a conversar con todos los grupos presentes en el territorio», sostiene. Respecto de la visita del Presidente Boric a La Araucanía, donde puso el acento en la inversión, el jefe comunal sostiene que «de momento son solo anuncios, esperamos que se transformen en medidas concretas que podamos evaluar en un tiempo más. Muchos gobiernos de turno han anunciado más recursos, pero son solo reasignaciones de otras partidas presupuestarias. La pobreza y el dolor en el territorio siguen presentes», señala.
El miércoles 2 de noviembre, Juan Carlos Reinao estaba en una oficina con la ministra del Interior, Carolina Tohá, según fuentes de Palacio. Una semana más tarde, el 9 del mismo mes, estaba nuevamente en La Moneda. El jefe comunal, sin embargo, no quiso confirmar ninguno de los encuentros. Personas que lo conocen señalan que ha intentado manejar el asunto con total hermetismo.
Durante la visita presidencial a La Araucanía, el jueves 10 y viernes 11 de noviembre, el Presidente Gabriel Boric anunció la creación de una Comisión por la Paz y el Entendimiento, cuyo objetivo será proponer plazos y mecanismos concretos de restitución de tierras para las comunidades mapuche en la zona.
Reinao, médico, que lleva tres períodos como alcalde de Renaico en La Araucanía —más de diez ejerciendo como mediador entre comuneros y La Moneda—, además de presidente de la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche, sostiene que cada comunidad deberá definir de forma autónoma a quienes los representarán en esta instancia.
-¿Representantes de grupos como la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) o la Resistencia Mapuche Malleco (RMM) deberían ser convocados para integrar la Comisión por la Paz y el Entendimiento?
-Por supuesto que se les debe invitar, es responsabilidad del Estado sentarse a conversar con todos los grupos presentes en el territorio. No se puede esperar una solución histórica que perdure en el tiempo sin la participación de estos grupos. Así lo han hecho muchos países que miramos como ejemplo para dar solución a esta problemática. Creo que estamos en un momento de inflexión, donde no nos podemos dar el gusto de excluir a ciertos grupos por pensar distinto. Cualquier solución debe ser lo más amplia y legítima posible.
-¿Quiénes deberían ser los demás invitados a esta instancia?
-Eso es algo que debe definir el Gobierno, y es responsabilidad del Presidente de la República. Espero que sea una comisión lo más amplia y con conocimientos posible, con presencia de todos los actores y líderes del territorio. Creo que cada comunidad deberá definir de manera autónoma sus representantes.
-¿Qué diagnóstico tiene de la visita del Presidente y sus anuncios en la zona?
-De momento son solo anuncios, esperamos que se transformen en medidas concretas que podamos evaluar en un tiempo más. Muchos gobiernos de turno han anunciado más recursos, pero son solo reasignaciones de otras partidas presupuestarias. La pobreza y el dolor en el territorio siguen presentes.
-¿Cree que es un buen diagnóstico de una parte del conflicto en La Araucanía cuando el Presidente dice que existen “organizaciones que utilizan la causa mapuche para disfrazar sus operaciones ilícitas”? Refiriéndose a grupos criminales que participan del robo de madera y del narcotráfico…
-Así es. Lamentablemente existen organizaciones criminales que utilizan la legítima causa mapuche para tapar su accionar al margen de la ley. Estos grupos, aparte de dañar a la sociedad con su actuar, están ensuciando las demandas y reivindicaciones históricas de un pueblo que siempre ha destacado por su voluntad de parlamentar.
-Usted indicó la semana pasada que este Gobierno ha “cometido muchos errores» durante los primeros ocho meses. A su juicio, ¿cuáles son los principales?
-La visita apresurada y sin planificación de la exministra del Interior (Izkia Siches) a la comuna de Ercilla, creo que fue una mala manera de empezar. Así como también los malos asesores y equipos de trabajo dispuestos a trabajar en la zona. Se suele contratar a santiaguinos que nunca han estado en la zona y no conocen las dinámicas y problemáticas en los territorios.
-¿Cree que la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte (PS), y el comisionado presidencial para La Araucanía, Víctor Ramos (CS), serán considerados interlocutores válidos para los representantes del pueblo mapuche?
-No conozco a Víctor Ramos, por tanto, no puedo opinar respecto a él. Sí conozco a la ministra Uriarte y tengo la mejor opinión de ella. Esperamos sean actores con piso político para poder actuar, ya que tenemos una larga lista de personeros designados en los últimos años para abocarse a esta problemática que no tuvieron ningún resultado concreto. Pero creo que hoy el diálogo no pasa por las personas, es una decisión política de voluntad de avanzar por parte del Estado, que esperamos se vea reflejado en medidas concretas.
-¿A qué cree que responde el cambio de tono del Gobierno –si es que hay–, cuando el Presidente dice que hay “actos de carácter terrorista” en La Araucanía?
-Me imagino que responde a una estrategia del Gobierno. Pero cualquier cambio de tono o frase esperamos venga de la mano con medidas concretas para dar solución a la problemática de seguridad y pobreza de esta zona.
-Usted aseguró que, aunque no representa al grueso de los mapuche, estaría dispuesto a mediar entre el Gobierno y grupos como la CAM. ¿Cuál cree que va a ser su rol de aquí adelante entre el pueblo mapuche y el Gobierno de Boric?
-Todas las personas que ejercemos el rol de autoridad en la zona tenemos la obligación de estar siempre disponibles para buscar acuerdos y propiciar el diálogo. Es nuestro deber, sobre todo en el contexto en que nos encontramos en la actualidad. Por mi parte, siempre he intentado colaborar con todos los gobiernos de turno en busca de generar puentes de diálogo entre los actores del territorio.