La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se prepara para subir este miércoles los tipos de interés en una reunión que ha generado expectativas por la posibilidad de que se anuncie un incremento del 0,75%, como sugieren medios especializados, ante el inesperado repunte de la inflación en mayo.
Hace unos días, la Oficina de Estadísticas Laborales reveló que el índice de precios al consumo se disparó hasta el 8,6% el mes pasado, la cifra más alta de los últimos 40 años y ligeramente por encima de la esperada por los analistas, especialmente después de que en abril la inflación registrara su primera bajada en 7 meses.
Por eso, aunque la Fed había planeado inicialmente subir los tipos de interés gradualmente en incrementos de medio punto, periódicos como The Wall Street Journal no descartan que el banco central opte por una política fiscal más agresiva y suba los tipos 0,75 puntos este miércoles.
Poner coto a la inflación es “la principal prioridad económica” del Gobierno de Joe Biden, como ha dicho en repetidas ocasiones el presidente, quien atribuye el aumento de los precios principalmente a la invasión de Ucrania ordenada por el mandatario ruso, Vladímir Putin.
Si bien es verdad que el aumento del costo de la energía es el principal motor de la inflación de los últimos meses, la política monetaria laxa de la Fed para estimular la recuperación tras la pandemia ha generado un mercado laboral muy robusto, lo que también está teniendo efecto en el aumento de los precios.
La tasa de desempleo se encontraba en mayo en el 3,6%, a un nivel de prácticamente pleno empleo.
Así, las empresas se están viendo obligadas a subir los salarios para atraer nuevos trabajadores, por lo que aumenta la capacidad adquisitiva de los consumidores y esto hace que suban los precios de los alimentos, la energía y los alquileres, entre otros.
La Reserva Federal subió los tipos por primera vez desde 2018 en marzo pasado, en 0,25 puntos; una subida a la que siguió otra en mayo, de 0,5 puntos.